Carlos Ghosn, presidente de Nissan y de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, será despedido de Nissan luego de que se supo que mintió a las autoridades sobre su salario.
Un informe de la agencia de noticias japonesa Kyodo dijo que el país creía que Ghosn había subestimado sus ganancias de Nissan en un total de £34 millones en cinco años, alrededor de cinco mil millones de yenes. Ghosn fue presuntamente arrestado en Japón junto con otro director representativo, Greg Kelly, quien presuntamente fue cómplice de las actividades ilegales.
Es comprensible que Nissan no esté contento. En un comunicado, la empresa dijo:
«La investigación reveló que durante muchos años, tanto Ghosn como Kelly informaron montos de compensación en el informe de valores de la Bolsa de Valores de Tokio que eran menores que el monto real para reducir el monto revelado de la compensación de Ghosn».
«También se han descubierto otros numerosos actos importantes de mala conducta, como el uso personal de los activos de la empresa, en relación con Ghosn, y también se ha confirmado la profunda participación de Kelly».
Ghosn se unió originalmente a Renault en 1996 antes de convertirse en director de operaciones de Nissan en 1999, después de que la firma francesa comprara la marca. Ese puesto fue elevado a presidente en 2000 y director ejecutivo en 2001, aunque volvió al nivel de presidente el año pasado. También ha sido director general y presidente de Renault desde 2005, jefe del revivido Alpine y presidente de Mitsubishi desde 2016.
No está claro si esos roles se verán afectados por su comportamiento en Nissan, pero esperamos que ambas compañías estén examinando frenéticamente los negocios financieros de Ghosn en este momento. Los valores que cotizan en bolsa tanto de Nissan como de Renault cayeron más del 10 por ciento.
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